Esperpentos

He ido a comprar cinta para embalar un paquete y se les había acabado. El señor me ha ofrecido usar la suya si tenía el paquete cerca y así ha sido. No me ha cobrado.

Hace 25 años acudía aquí con frecuencia a fotocopiar apuntes. Era una pasada la eficiencia y los precios supercompetitivos. Tenían apuntes clasificados por carrera, curso y asignatura. Me llevé una alegría al pasar por delante y ver que todavía existe esta papelería.

Pésimo trato por parte del dependiente. Estuve esperando afuera porque estaba cerrado aún siendo las 10:00 a.m. (afuera ponía un cartel que decía que estaba abierto desde las 8:00 a.m.) El dependiente llegó corriendo y me dijo que había cerrado porque estaba tomando un café. Cuando le di mi USB para que imprimiera el documento empezó a gritarme cuando vio que, por error, una de las imágenes debía ser recortada. Le señalé la herramienta para recortar la imagen y me dijo que por clientes como yo no le compensaba tener abierto su negocio y que perdía más dinero que el que ganaba. Literalmente me dijo “No hace falta que vengas aquí porque yo no vivo de este negocio”. Me dijo también que no tenía tiempo para “manipular” documentos. Le contesté que no había ningún cliente esperando, sólo estaba yo. Decidí irme y me siguió hasta la puerta del local y continuó gritándome. Nunca más regresaré a este sitio donde no solo carecen de educación, respeto y amabilidad sino que parece que los clientes le hacemos un favor al dependiente al pagar por un servicio tan sencillo como sacar fotocopias e impresiones.

Nos persiguió por la calle por no querer imprimir en su tienda nuestros apuntes (ya que el precio era mejor en otros locales). Nos gritó que fuésemos "a comprarle fotocopias a los rumanos" (refiriéndose a los propietarios de la tienda de Low Cost). Entramos a preguntarle por el precio de sus fotocopias y al ver que nos íbamos sucedió todo esto, fue cuando salió a la calle gritándonos que fuésemos "a los rumanos". Se acercó a hacernos preguntas sobre la carrera que estudiamos y a decirnos que nos dejaría gratis las fotocopias pero que no lo iba a hacer porque preferimos la otra tienda. Además de racista nos trató bastante mal. Es inaceptable que haya que aguantar que a uno le persigan por no consumir en un establecimiento, además de tener que aguantar comentarios racistas. Cada uno es libre de consumir donde quiera, y desde luego jamás lo haré en esta tienda.

Una estafa total, dejas los apuntes y te dicen que han vendido menos de los que sabes a ciencia cierta que han vendido y luego te pagan poquísimo, lo primero que se les ocurre en ese momento. No hay control ni seriedad

Además de ser la copistería más cara de Pamplona, el trato es deficiente. Una vez quería hacer unas fotocopias con un amigo y fuimos a este sitio, craso error, el dependiente nos dijo que no nos iba a atender, que nos fuéramos, que se "iba a echar un vinito".

No solo los precios y la atención son completamente deficientes, sino que además nunca está abierto en los horarios que se supone que abre y tienes que ir 20 veces para comprar algo porque está siempre cerrado. Es vergonzoso que esta sea la fotocopisteria más cercana a la universidad y que en algunos casos no alla otro remedio más que ir ahí.

Es la primera vez que escribo una reseña negativa sobre algo, pero es que lo que he vivido hoy aquí ha sido... aunque lo peor es que ya vi en otra ocasión otra escena del estilo, y he vuelto. Eso sí, esto no me vuelve a pasar, no vuelvo a esta tienda nunca más y no se la recomiendo a nadie. He ido a imprimir una serie de documentos y desde el segundo uno el hombre resoplando, quejándose (que si eran muchas impresiones, cuando eran 15 y se trata de una imprenta, UNA IMPRENTA, AL LADO DE UNA UNIVERSIDAD. Y EL TÍO QUEJÁNDOSE DE HACER SU TRABAJO)... mientras yo observaba la escena ojiplática. Total para que me haya tenido un cuarto de hora para imprimir 15 hojas (15 minutos, sí, 15 minutos PARA 15 HOJAS) mientras lo oía quejarse de lo valioso que es su tiempo (¿y el mío? Que estás imprimiendo documentos, no estás picando piedra; podría haber hecho yo misma las impresiones en casa, y me hubiese ahorrado tiempo y escuchar tonterías, pero si decido ir a una tienda QUE SE DEDICA A ELLO, es precisamente porque no son dos documentos sueltos y TÍO QUE ES TU TRABAJO Y TE VOY A PAGAR). Pues el hombre diciendo que porque en esos momentos no había gente en la tienda, que si no no me lo haría... como lo leéis, alucinante. Ante tanta queja sobre su tiempo (que le creo cuando dice que su tiempo vale mucho, porque cuando he llegado a la tienda había un cartel de "Vuelvo en diez minutos" y le he esperado más de diez minutos... al principio no me ha molestado, le puede haber pasado cualquier cosa y por eso retrasarse, pero después de vivir esta escena es otro detalle más de su seriedad), sobre la cantidad de documentos, sobre que cómo se me ocurría darle para imprimir un documento de tanta calidad que así no me lo podía imprimir porque se le iba a bloquear el ordenador y retrasarse todo más (¿perdona? mi ordenador tiene 10 años y en la vida me ha dado problemas para imprimir ningún documento, si no te apetece trabajar, invéntate otra excusa; o preocúpate menos por quejarte y más por trabajar si quieres ahorrar tiempo), he abierto la boca únicamente para decirle: "No sigas, cóbrame lo que has hecho hasta ahora, que me voy a otro lado y ya me lo hará otro". El hombre se ha callado y ha continuado. A mí ya ni me apetecía que continuase y se lo he vuelto a repetir. El tío oídos sordos y ha seguido, eso sí, soltando alguna que otra queja o resoplo más. ¿El final? Me hacía falta también comprar un par de cosas más, pero no he querido comprarle nada, he cogido los documentos y me he ido. Se lo he contado a un par de amigos y ya no me acordaba hasta que he llegado a casa y HE VISTO QUE VARIOS DOCUMENTOS ESTABAN MAL HECHOS (se lo he dicho claro: por las dos caras) Y ALGUNO FALTABA POR IMPRIMIR. ¿Conclusión? Uno de los dos SÍ que ha perdido su tiempo. Su tiempo y su dinero. Vergonzoso. P.D.: mientras "me atendía" ha entrado una chica y le ha hecho una pregunta. Ni le respondía ni la miraba. La chica lo miraba esperando respuesta, pero nada. Yo he pensado, igual no se ha enterado, así que le he dicho "hay ahí una chica". Su respuesta (la de este señor): Te estoy atendiendo a ti, ¿¿no chica?? (con un tono despectivo y bastante prepotente). Puedes "trabajar" y responder al mismo tiempo... y si no puedes, plantéatelo. Yo flipando y la chica también, las dos hemos cruzado una mirada de complicidad y de alucine total. Es que vamos... de verdad... en fin.